El proceso de producción de galvanización por inmersión en caliente implica varios pasos:
1. preparación de la superficie: el material a galvanizar se limpia para eliminar cualquier suciedad, grasa u otros contaminantes. Esto se hace típicamente a través de una combinación de limpieza química, decapado y enjuague.
Fluxing: El material se sumerge en una solución de flujo, que ayuda a eliminar los óxidos restantes y promueve la formación de una superficie limpia de zinc.
Galvanizado: el material se sumerge en un baño de zinc fundido a una temperatura de alrededor de 450 ° C (850 ° F). El zinc fundido reacciona con la superficie limpia del acero, formando una serie de capas de aleación de zinc-hierro. Este proceso se conoce como unión metalúrgica.
4. enfriamiento: Después de que el material se retira del baño de zinc, se apaga en un tanque de agua o aire para enfriarlo rápidamente. Este paso ayuda a solidificar el recubrimiento de zinc.
5. inspección: El material galvanizado se inspecciona para detectar cualquier defecto o imperfección en el revestimiento. Esto puede incluir inspección visual, mediciones de espesor y pruebas de adhesión.
6. acabado: cualquier exceso de zinc o bordes ásperos se eliminan, y el material galvanizado está listo para su posterior procesamiento o envío.